Pasión por la cerámica XXX. Pastas empleadas en las macetas de bonsái (3ªparte).

Pastas empleadas en las macetas de bonsái (III): Las arcillas grisáceas.

Cuando la arcilla se somete a altas temperaturas, ocurre una transformación fascinante: sus partículas se funden entre sí y el material se endurece, convirtiéndose en cerámica. Este nuevo cuerpo adquiere una solidez tal que, en muchos casos, supera en durabilidad a la propia roca. Pero antes de llegar al horno, la arcilla es sorprendentemente dócil. Su cualidad más destacada —la plasticidad— le permite conservar la forma que le damos al modelarla. La facilidad o dificultad para trabajarla dependerá, precisamente, del grado de esta plasticidad.

pasta cerámica Kakuzan Laos Garden

Desde el punto de vista geológico, existen dos grandes tipos de arcilla: las primarias (también llamadas residuales) y las secundarias o sedimentarias. Las primeras son raras; se encuentran justo donde se formaron, sin haber sido transportadas. Las segundas, más comunes, han viajado: el agua y otros agentes naturales las han desplazado y depositado en capas sedimentarias.

Un ejemplo de arcilla primaria es el caolín, conocido por su gran pureza. Sin embargo, su estructura mineral le confiere una plasticidad baja. Por el contrario, las arcillas sedimentarias, al haber estado expuestas durante más tiempo a la erosión, presentan partículas más descompuestas, lo que las hace mucho más plásticas. Aun así, rara vez se emplea una arcilla tal como se encuentra en la naturaleza. Para obtener una mezcla adecuada —que combine plasticidad, resistencia, contracción y una temperatura de cocción adecuada—, es común añadir otros materiales que equilibren sus propiedades.

Kakuzan trabajando Laos Garden

Koji Watanabe del horno Kakuzan Toen de Tokoname repasando una maceta para bonsái con pasta aún fresca.

Volvamos al desconocido mundo de las pastas cerámicas que se emplean en Japón para las macetas de bonsái, centrándonos esta vez en aquellas de tonos oscuros —grises y negruzcos— que se utilizaron con frecuencia durante el siglo pasado en la producción de macetas en Tokoname.

Uno de los ejemplos más representativos son las tipologías WU-DEI. En chino, “Wu” evoca el color del cuervo: no un negro absoluto, sino más bien un tono de carbón con matices pardos. Por su parte, “Dei” alude a la cerámica de barro cocido sin esmaltar. Aunque estas piezas suelen ser de origen chino y bastante antiguas, también existen numerosas macetas japonesas que buscan emular esos mismos matices sobrios y profundos.

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Antigua maceta para bonsái Yamaaki de pasta Wu-Dei con detalladas patas de nube y elegante diseño. Archivo Laos Garden.

Con el tiempo, estas pastas evolucionaron hacia tonalidades más grises y compactas, dando paso al llamado HAIIRO NO DORO o barro gris. Este tipo de cerámica, conocido también como SHOUWA-DEI, destaca por su gran dureza y textura refinada, y representa una transición hacia estilos más contemporáneos sin perder la esencia tradicional.

bonsái Laos Garden 1
bonsái Laos Garden 2

Maravilloso ejemplar de itoigawa, que ha participado en numerosas exposiciones. Una auténtica obra maestra, de gran elegancia y precioso juego de movimientos, venas vivas y madera muerta. La maceta, en tono Haiiro no doro, es una antigua obra de Yamaaki. Colección Laos Garden.

Kataoka Toshio Laos Garden maceta 7a
Kataoka Toshio Laos Garden maceta 7b
Kataoka Toshio Laos Garden maceta 7c

Otra pieza destacada de la legendaria casa Yamaaki, específicamente de la tercera generación, representada por Kataoka Toshio. Se trata de una maceta rectangular elaborada en pasta Haiiro no doro, una arcilla grisácea que aporta un carácter sobrio y sereno a la obra.

KOKU-DEI: un tono profundo y elegante

En la rica paleta de colores que caracteriza a la cerámica japonesa, el término Koku-dei (黒泥) se refiere a un tono oscuro y profundo que, aunque su nombre incluya la palabra «negro» (koku), en realidad describe un color parduzco oscuro.

Shousen Koku-dei Laos Garden

En esta antigua maceta firmada por Shousen, maestro de la primera generación de la casa Yamaaki, se revela con claridad la esencia del tono Koku-dei. Este matiz, oscuro y profundo, contrasta aquí con la presencia de zonas sutilmente rojizas, resultado del uso de arcillas ricas en hierro. Al ser cocidas a altas temperaturas, estas arcillas adquieren una tonalidad cálida y orgánica que evoca la tierra mojada tras la lluvia.

Lo que convierte esta pieza en una auténtica joya no es solo su color, sino también la textura de su pasta. El grano terroso, perceptible tanto a la vista como al tacto, aporta un carácter natural y sobrio que habla del refinamiento artesanal alcanzado por Shousen. Es una textura que no solo complementa la estética de la maceta, sino que potencia su capacidad para dialogar con el bonsái que contiene.

Sobre esta textura tan especial profundizaremos a continuación, ya que encierra detalles que merecen una mirada atenta y una apreciación pausada.

Sadamitsu maceta Laos Garden 7a
Akiji aradei Laos garden

HARA-DEI

Ara-Shudei es una denominación que une dos elementos clave del lenguaje cerámico japonés: Ara, que significa textura rugosa, y Shudei, que hace referencia al característico tono rojizo de ciertas arcillas. El resultado son macetas de color rojo profundo con una superficie deliberadamente rugosa, que aportan una sensación de rusticidad y fuerza visual muy particular.

Dentro del legado de Shousen, maestro alfarero de la primera generación de Yamaaki, encontramos ejemplos notables de este estilo en tonos grisáceos, las denominadas Ara-Dei. Algunas de sus piezas más buscadas son las macetas «tipo Ara» con textura de grano de madera, como las que mostramos en los anteriores ejemplos. En la superficie simula vetas naturales, casi como si la cerámica misma hubiese absorbido la memoria de un tronco antiguo.

Además, Shousen también experimentó con impresiones en la arcilla, creando macetas rugosas decoradas con sellos de monedas antiguas, un detalle que añade un componente histórico y simbólico a cada pieza. Estas macetas no solo destacan por su textura, sino también por la intención artística que las convierte en verdaderas piezas de colección.

Este tipo de acabados invitan al tacto y a la contemplación cercana.

U-DEI

El término U-DEI (烏泥) se refiere a un tono negro profundo, también conocido como «color del gallo». Es una de las muchas denominaciones que los ceramistas japoneses utilizan para clasificar las pastas y colores de las macetas de bonsái, pero en este caso también hacen hincapié en la textura, en esos elegantes acabados brillantes y bruñidos. 

Kataoka Toshio Laos Garden maceta 1a
Kataoka Toshio Laos Garden maceta 1b
Kataoka Toshio Laos Garden maceta 1c

Antigua maceta en pasta U-dei con sello Yamaaki.

Esperamos que este artículo os haya resultado interesante. A lo largo del texto, hemos incluido ejemplos del prestigioso horno Yamaaki, cuyas macetas —creadas por tres generaciones de ceramistas— son muy apreciadas por los aficionados al bonsái por su calidad, estética y tradición.

Os dejamos a continuación un enlace donde podéis ver y adquirir algunas de las macetas de este histórico horno disponibles en nuestra web:

[Enlace a las macetas del horno Yamaaki]

Créditos:
Fotografías de Japón: Antonio Richardo
Cerámica: Marilyn Scott
Técnicas del bonsái: John Naka
Archivo: Laos Garden

Tokoname.jp.

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