
Pasión por la cerámica XV:
Los seis grandes hornos tradicionales.
Hoy en día, la alfarería japonesa vive un momento vibrante. En todo el país abundan los comercios que exhiben con orgullo una gran variedad de piezas cerámicas: utensilios de cocina, vajillas, tazones para el té y mucho más. Estos objetos no son simples accesorios, sino parte esencial de la vida cotidiana en Japón, respaldados por una tradición milenaria que sigue plenamente vigente.
La cerámica en Japón está profundamente entrelazada con su cultura gastronómica. El hecho de que los comensales sostengan cuencos y platos con las manos crea un vínculo íntimo con cada pieza, que no solo cumple una función práctica, sino que también refleja el paso de las estaciones y el gusto estético del momento. Esta relación cercana y respetuosa se manifiesta también en técnicas como el kintsugi, donde las fracturas de una pieza se reparan con metales preciosos, celebrando la belleza de lo imperfecto y reafirmando el valor de cada objeto.


Hacia el final del periodo “Kamakura” y durante el periodo “Muromachi” (1400-1600) existían en Japón varios centros de actividad cerámica. Los más importantes fueron Tokoname, Shigaraki, Tanba, Bizen, Echizen y Seto. Son conocidos como los seis grandes hornos de Japón, o en japonés «Rokkoyo». En este artículo tratamos la evolución de estos seis hornos de tradición milenaria y de como su producción ha influido el los estilos de la cerámica de bonsái.
Situación geográfica
Se sitúan en la zona central de la isla de Honshu, la mayor de Japón, donde se localizan grandes canteras de barros de las que se nutren los «Seis hornos antiguos». Son diferentes tipos de arcilla que dan características propias a cada zona. Los hornos están situados en zonas montañosas donde es más fácil su construcción y cerca de bosques donde recoger leña. También han sido tradicionalmente un hervidero de actividad para los ceramistas jóvenes, que se mudaban a estas ciudades por sus numerosos hornos históricos, escuelas de cerámica y talleres disponibles para alquilar. Hoy en día siguen atrayendo ceramistas de toda la nación.

Hornos de Tanba
Se encuentra transcrito como Tanba o Tamba. Su periodo dorado fue entre los siglos XII y XV y en la actualidad forman parte de los lugares Patrimonio de Japón desde 2017. El Consejo de Promoción del Patrimonio de Japón de los «Seis hornos antiguos», celebra encuentros y trabaja para fortalecer lazos entre las seis regiones.
Este estilo de cerámica es propio de la zona de Hyogo y es denominado «Tanba-Yaki», ha evolucionado mucho desde sus orígenes y actualmente existen varias variantes. Según las últimas investigaciones arqueológicas se cree que se originó en la era Heian. En la ciudad de Kamitachikui se encuentra el horno Noborigama más antiguo de la región, datado en 1895 y está registrado entre los Bienes Culturales Étnicos Tangibles de la Prefectura de Hyogo.


Hornos de Echizen
En 1948, Fujio Koyama, un famoso estudioso de la cerámica antigua, incluyó la cerámica Echizen en su lista de Seis Hornos Antiguos, y fue designada «Patrimonio de Japón» en 2017. Como en el caso de Tanba, la cerámica Echizen se remonta a finales del período Heian. En aquella época la alfarería producía principalmente artículos de uso cotidiano, como tinajas para agua o cereales, o morteros. Como la zona, en la prefectura de Fukui, está cerca de la costa, los productos fueron entregados por barcos de Kitamae hasta Hokkaido en el norte y la prefectura de Shimane en el sur. Echizen se desarrolló como el distrito productor de cerámica más grande de Hokuriku. La cerámica Echizen fue designada artesanía tradicional nacional en 1986. Las técnicas de producción se han transmitido de generación en generación y muchos alfareros crean ahora nuevos tipos de cerámica Echizen.


Maceta para bonsái de Echizen Bunzan, Ito Kaoru. Medidas: 23 centímetros de diámetro y 10 centímetros de alto. Colección Laos Garden.
Uno de los autores más conocidos de la región de Echizen, dentro de los ceramistas que crean macetas para bonsái, es Ito Kaoru, que firma sus obras con el sello «Bunzan. Para diferenciarlo de otros autores también llamados «Bunzan» añadimos Echizen a su nombre artístico. La arcilla que utiliza son mezcla del afamado barro de Echizen y Shigaraki, creando unas pastas únicas de formulación y producción propia. Se trata de lozas claras, grisáceas, con desgrasantes muy pequeños y oscuros. No utiliza moldes, todas sus macetas son creadas a mano y los esmaltes son realmente originales, coloridos y vistosos. En los últimos años, la mayoría de las macetas que llevan su sello son de sus estudiantes. La primera vez que vimos macetas de este autor, hace más de 15 años, fue en un vivero de Saitama, quedamos sorprendidos con aquellos coloridos esmaltes. Eran un conjunto de pequeñas macetas para mame y shohin. En aquel momento «no se llevaba» poner esmaltes tan llamativos, ni siquiera en macetas de pequeño tamaño. Creo que fuimos los primeros en atrevernos con estas macetas en Europa y hoy en día están muy cotizadas. Evidentemente su precio ha experimentado un buen aumento desde aquellos años.
Hornos de Tokoname
¿Qué decir de Tokoname que no hayamos dicho ya?
Recientemente, con base en las pequeñas teteras y macetas para bonsái, se ha lanzado un proyecto para re-evaluar y profundizar en la exploración del potencial que presentan los materiales y las técnicas tradicionales. Los ceramistas se han unido para revisar todo el proceso, desde la mezcla de arcilla a las técnicas de elaboración, y producen artículos verdaderamente únicos agregando varios colores con un distintivo esmalte líquido de Tokoname llamado «chara».
Pequeña maceta para bonsái en barro rojo de Tokoname. Por el autor Furumi Nobuyoshi. Medidas: 5,9 centímetros de diámetro por 1,9 centímetros de altura. Colección Laos Garden.
Hornos de Bizen
La cerámica Bizen está producida en el área alrededor de la ciudad de Bizen en la prefectura de Okayama. La vajilla Bizen tiene un método de fabricación único, ya que no utiliza esmalte y tiene una apariencia simple y rústica. Se emplea la arcilla local llamada «hiyose», que se recolecta alrededor de la ciudad de Bizen, con este tipo de barro es más difícil esparcir esmalte que con otros tipos de arcilla. A pesar de la falta de esmalte, se ha logrado un gran éxito en la producción de cerámica duradera en Bizen. Los artesanos, del pasado y del presente, han considerado diferentes formas de adaptarse a las cualidades de esta arcilla, como cocerla en hornos durante mucho tiempo sin tocarla, lo que le da una alta dureza.
Maceta para bonsái Bizen-Yaki. Dureza tipo hierro, color marrón rojizo. Ausencia de esmalte, aunque puede haber rastros de ceniza fundida pareciendo esmalte, y marcas resultantes del fuego del horno en leña. Bizen lleva el nombre del pueblo de Imbe en la prefectura de Okayama, antes conocido como provincia de Bizen. Es la técnica de fabricación de la cerámica más antigua de Japón, introducida en el período Heian. Los puntos claros son característicos de la loza de Bizen. Medidas: 56 x 40 x 8 cm Colección Laos Garden.
Hornos de Shigaraki
La cerámica Shigaraki está elaborada en la ciudad de Shigaraki en la prefectura de Shiga. Las arcillas como “kibushi”, “mizuchi” o “gairome” se amasan para obtener pastas fuertes que se puede utilizar para fabricar vasijas de cerámica grandes y gruesas, altamente resistentes al fuego. En el proceso de cocción adquiere tonos rosados, volviéndose rojo con matices escarlatas o marrones.
Debido a cambios sutiles que dependen de la temperatura y el método de cocción, la arcilla blanca de la cerámica Shigaraki adquiere un brillo escarlata y una coloración cálida, una característica exclusiva de esta artesanía. Cuando la cerámica queda enterrada en las cenizas de la combustión completa de la madera en el horno, la parte inferior adquiere un color marrón oscuro más suave. El hecho de que esta cerámica esté vidriada también ayuda a darle a la superficie un aspecto suave. El esmalte oxidado de las porciones chamuscadas de la vajilla Shigaraki es muy apreciado en los utensilios de té. La cerámica Shigaraki es única por su sencilla calidez y rica expresividad.
Maceta para bonsái, claro ejemplo de paredes gruesas y dureza del estilo tradicional Shigaraki-Yaki. Autor Houzan (No Tokoname). Medidas: 43 x 33,5 x 9,5 cm. Colección Laos Garden.
Maceta para bonsái con el esmalte azul caractéristico Shigaraki-Yaki. Bonitas patas de nube, cantos biselados y medidas: 47 x 32 x 10 cm. Colección Laos Garden.
Hornos de Seto
Quizá el estilo más complicado de analizar en pocas líneas es el denominado Seto-Yaki u Owari-Yaki y posiblemente merece uno o varios artículos en solitario. Esto es debido a la cantidad de variedades cerámicas de la región
La producción de cerámica de Seto, que se remonta al menos al siglo X, floreció durante el periodo Kamakura (1185-1333). Un artesano local, Toshiro Kato, tras estudiar las técnicas de fabricación de porcelana en China, estableció su horno en Seto. Fue decisivo para su asentamiento el descubrimiento de la arcilla de alta calidad que existía en la región.
El legado de este ceramista se conoce como «Viejo Seto» (古瀬戸). Posteriormente, durante el periodo Edo (1603-1867) surgió otra figura importante: Tamikichi Kato. Trajo técnicas avanzadas de porcelana desde Arita, en Kyushu, elevando aún más la reputación de Seto. La industria alfarera recibió el respaldo financiero del clan gobernante Owari, del que también recibe el nombre. Este apoyo garantizó la prosperidad de la zona hasta al menos el final del periodo Meiji (1868-1912).
Cuando Japón se abrió al mundo y especialmente tras la II Guerra Mundial, la cerámica de Seto obtuvo reconocimiento internacional.


A lo largo de la historia la cerámica de celadón ha tenido gran importancia. Un estilo cerámico que se define por su esmalte translúcido verde o azul-gris (Seijii). Su primitivo origen está en China, donde se inventó el proceso en la región de Yue. De China pasó a Corea en el período Goryeo (918-1392) y de aquí a Japón.
La cerámica de Seto en su variedad «Sometsuke» se remonta a principios del siglo XIX durante el período Edo, cuando Tamikichi Kato aprendió a fabricar porcelana en Kyushu y trajo esta tecnología a la zona. Las técnicas pictóricas, que representan el paisaje y la naturaleza de Seto, pero también motivos florales fueron muy elogiadas en las Exposiciones Mundiales celebradas en París y Viena e influyeron en el movimiento Art Nouveau en Europa. Al comienzo del período Meiji (1868-1912), la producción de cerámica de Seto «Sometsuke» se intensificó y además de cerámica para bonsái y domestica se producían productos de gran tamaño como mesas, faroles colgantes o floreros. Hablaremos con más detenimiento de esta tipología cuando dediquemos algún articulo a las macetas con dibujos «e-kochi» o macetas multicolor «Shiki-sai-kochi» (Sometsuke, akae y gosai).
Durante el periodo Edo (1603-1867), el Shogunato Tokugawa impuso severas restricciones al comercio como medio de mantener el control político y limitar la influencia extranjera. Ante la caída de la demanda externa, los grandes hornos comenzaron a declinar, dando paso a la proliferación de pequeños talleres cerámicos distribuidos por todo Japón, orientados a satisfacer las necesidades locales. Estos hornos solían tomar el nombre de las localidades donde se asentaban. Muchas de estas producciones, algunas de gran renombre, serán protagonistas de futuros artículos, en particular aquellas cuya impronta ha perdurado en el arte de las macetas para bonsái.
- Imari
- Hasami
- Kutani
- Mashiko
- Hagi
- Koishiwara
- Mino
- Tobe
- Karatsu
- Kasama
- Satsuma
- Iga
- Mikawachi
- Agano
- Otani
- Obori-soma
- Tsuboya
- Aizu-hongo
- Shodai
- Akazu
- Yokkaichi-banko
- Izushi
- Kyo
- Iwari
- Amakusa
- Sonshu Onigawara
Créditos:
Foto de portada: Archivo fotográfico Tom Burnett y Fernando Franceschelli.
Última Hora, Fernando Franceschelli.
Ministry of Foreign Affairs of Japan. Consejo de Promoción del Patrimonio de Japón de los «Seis hornos antiguos»
The kansai guide
Kogei Japan
Fotos Japón: Antonio Richardo
Técnicas del Bonsái: John Naka