
Kakuzan: una forma de hacer, un legado que perdura
Ya hemos hablado en otros artículos sobre el fascinante viaje de las macetas para bonsái: su origen en la antigua China y su evolución a lo largo del tiempo. Hoy queremos centrarnos en un horno que representa a la perfección la tradición cerámica de Tokoname y su transmisión generacional: Kakuzan Toen (角山陶苑).
Kakuzan no es solo un taller; es una auténtica escuela donde el saber hacer se comparte con las nuevas generaciones. Fundado en 1887, este horno centenario está actualmente dirigido por Watanabe Kakuyuki (盆栽鉢製造), la cuarta generación de la familia y el primero en dedicarse exclusivamente a la creación de macetas para bonsái.
Nacido en 1949, Kakuyuki ha sido reconocido como maestro artesano ceramista por la Asociación de Promoción de la Industria de la Artesanía Tradicional. En Kakuzan, el conocimiento no se guarda: se transmite. Su padre, Yukio —tercera generación del linaje— fue quien lo formó, y hoy Kakuyuki continúa la tradición enseñando a su hijo… y también a sus nietos.

En 1968, recién graduado de la sección de cerámica de la escuela secundaria de Tokoname, Kakuyuki se incorporó a una fábrica local, donde se formó en profundidad en técnicas de alfarería y llegó a supervisar la producción. La empresa se llamaba Datta Watakaku Seitou, conocida también como Watakado, y en aquel entonces era una de las compañías cerámicas más grandes e influyentes de Tokoname.
En sus inicios, Watakado se dedicaba principalmente a la producción industrial de macetas en grandes volúmenes. Sin embargo, con el paso del tiempo, comenzó a integrar piezas hechas a mano, auténticos trabajos artesanales de alta calidad que, poco a poco, fueron ganando prestigio hasta convertirse en una de las señas de identidad del taller.



A partir de 1983, Kakuyuki centró su trabajo en las macetas esmaltadas, perfeccionando una técnica que, con el tiempo, se convirtió en sello distintivo de su firma. Más adelante incorporó también la producción de macetas sin esmaltar, y hoy en día crea con igual destreza ambos estilos: piezas de líneas sobrias, corte clásico y una elegancia discreta que las hace altamente funcionales.
Para él, la cerámica no guarda secretos. Su dominio del oficio le permite incluso modelar macetas de gran formato, que cuece en su imponente horno con la misma precisión que aplica a las piezas más pequeñas.




Una elegante y formal maceta para bonsái rectangular con un esmalte en crema con un sutil jaspeado. Medidas: 46,5 x 32,5 x 9 cm.
Colección Laos Garden.
Kakuyuki trabaja con una gran variedad de arcillas, entre ellas la Tokoname-Udei, una pasta rojiza que se inscribe dentro de los estilos tradicionales shi-dei y shu-dei. Para las macetas de gran formato, sin embargo, recurre a un tipo de arcilla distinta: la Shouwa-dei, también conocida como haiiro no doro. Se trata de una pasta grisácea de origen chino que él mismo ha perfeccionado, añadiéndole una chamota especial que aporta mayor dureza y resistencia a la mezcla final.
Todas estas arcillas destacan por su alta calidad y confieren a las piezas una gran durabilidad, algo fundamental en el mundo del bonsái. En cuanto a la técnica, el trabajo de Kakuyuki es sencillamente impecable: tanto la ejecución como el acabado de cada pieza reflejan un dominio absoluto del oficio. Y si bien sus macetas de gran tamaño son imponentes por su volumen y peso, también lo son por la precisión con la que están hechas.
En próximos artículos hablaremos con más detalle sobre las dimensiones y proporciones de estas piezas excepcionales.
Si quieres conocer más sobre los diferentes tamaños de macetas para bonsáis, puedes hacerlo en este enlace.




Maceta para bonsái de gran formato: 49,5 x 41,7 x 10 cm. La pasta rojiza es típica de la casa. Colección Laos Garden.
Si deseas profundizar en las características de estas arcillas y los distintos formatos de maceta, te invitamos a consultar los siguientes artículos:
Kakuyuki trabaja en la planta superior del taller, mientras que en la planta baja se encuentra la escuela de cerámica, donde su hijo Koho y otros miembros de la familia continúan la labor diaria y formativa del horno.
En el próximo artículo, en el que seguiremos explorando la historia de Kakuzan, hablaremos también de su presente y su futuro: Koho Watanabe, heredero natural de este legado cerámico.






Créditos:
Fotografía Japón: Antonio Richardo
Tokoname.jp
Técnicas del bonsái: John Naka
Archivo: Laos Garden
[…] artículo de la semana pasada estaba dedicado a Watanabe Kakuyuki de Kakuzan, pasado y presente de este mítico horno de Tokoname. También dedicamos unas líneas al origen de […]
[…] Listados del mayorista de los años 70s. En amarillo la sección reservada a Yuushu Keishin Maruhei. La década de los 70s fue el boom de la maceta para bonsái de Tokoname, antes de que las macetas chinas de Yixing inundasen el mercado. […]
[…] productos que llegan a Japón, entre los que se encuentran las cerámicas chinas, que se producían en los hornos tradicionales, se identifican con diferentes términos según su fecha de […]