El legado cerámico de Yamaaki 山秋: tradición y maestría desde Tokoname.
En la costa de la prefectura de Aichi, la ciudad de Tokoname guarda entre sus calles y talleres una de las tradiciones cerámicas más antiguas de Japón. Entre sus nombres más emblemáticos se encuentra Yamaaki 山秋, un horno con raíces profundas en la historia alfarera local, cuyo legado se ha forjado a lo largo de generaciones con paciencia, técnica y un profundo respeto por la materia.
Fundado hace más de un siglo, Yamaaki no solo fue testigo del crecimiento artesanal de la región, sino protagonista clave en su consolidación. En su apogeo, llegó a reunir a más de veinte artesanos, cada uno aportando su sensibilidad única a una obra colectiva que fusiona tradición con evolución estética.
El linaje cerámico de Yamaaki se ha transmitido cuidadosamente a través de tres generaciones de ceramistas, cada una dejando su impronta en la historia del taller:
Akiji Kataoka, considerado la raíz del estilo pre-Yamaaki y fundador de la primera generación oficial.
Sadamitsu Kataoka, segunda generación, maestro artesano que consolidó el lenguaje visual del horno.
Toshio Kataoka, tercera generación, quien aportó una visión contemporánea sin perder la esencia clásica.
Hiriaki Inoue, actual representante de la compañía, mantiene viva la herencia de Yamaaki, equilibrando la memoria del pasado con las demandas del presente.
El nombre Yamaaki no solo remite a un linaje familiar, sino a una forma de entender el tiempo, el barro y el fuego. Es una historia escrita en arcilla, cocida en hornos de siglos y pulida por la dedicación de quienes han elegido hacer del oficio cerámico un arte de vida.
AKJI KATAOKA (KINKA-SHOUSEN) KATAOKA AKIJI SEITOSHO YAMAAKI 山秋(やまあき)

Los inicios de Shousen y la fundación de Yamaaki
Akiji Kataoka, también conocido como Akitsugu Kataoka, fue el alma fundadora de Yamaaki, una de las fábricas de cerámica más antiguas y respetadas de Tokoname. Su nombre artístico, Juuoudou (Juodo) Shousen, es el que lo identificó en el mundo de la cerámica, aunque con el tiempo se le conocería simplemente como Shousen.
Nacido el 20 de octubre de 1902, dedicó su vida al arte del barro y el fuego hasta su fallecimiento el 7 de julio de 1990.
En 1917, con apenas quince años, se graduó como ceramista en la escuela municipal de cerámica de Tokoname. Tan solo tres años después, en 1920, fundó su propio taller bajo el nombre de Kataoka, con el que daría inicio a una tradición que perdura hasta nuestros días.
Durante sus primeros años, Shousen se especializó en la fabricación de hibachi, antiguos braseros de carbón que, con el paso del tiempo, han encontrado una segunda vida como maceteros y recipientes decorativos. Estas piezas, habitualmente cubiertas por un esmalte vidriado, reflejan la maestría técnica y el refinado sentido estético que siempre caracterizó su obra.

Los orígenes de Yamaaki: la huella de Shousen en la cerámica japonesa
Antes de fundar el célebre taller Yamaaki, el maestro Shousen firmaba sus obras bajo el sello de Kinka, nombre del estudio que compartía con su amigo y socio Watanabe Keizou durante el periodo Taishō (1912–1926). Esta primera etapa marca el inicio de una trayectoria dedicada con pasión y maestría a la cerámica.


Antigua maceta Taisho era (1912-1926) con sello Kinka. Dimensiones: 34 x 11,4 cm. Colección Laos Garden.
En 1926, Shousen se especializa en la creación de macetas para bonsái, un giro que definirá el carácter de su obra. Un año más tarde, comienza a cocer sus piezas en un horno noborigama (登), una estructura tradicional japonesa construida en pendiente, con cámaras escalonadas conectadas que permiten una distribución eficiente del calor. Utilizado desde el siglo XVII, este tipo de horno aporta matices únicos a cada pieza, convirtiendo cada cocción en un ejercicio de sensibilidad técnica y estética. Las obras nacidas de estas cocciones llevan los sellos de Kinka (金华) y Shousen (松泉), testimonio de su doble identidad artesanal.
En 1950 inicia la exportación de macetas para bonsái, y en 1957 se construye un horno de carbón dedicado a la producción de azulejos de porcelana conocidos como Saihate no Oka, que puede traducirse como “el confín de la colina”.
El nombre Yamaaki se adopta oficialmente en 1961, marcando una nueva etapa en la historia del taller. Ese mismo año, su hijo Sadamitsu comienza a trabajar bajo su tutela, aunque no utilizará un sello propio hasta 1985. A lo largo de la década de 1970, la capacidad productiva del estudio se amplía con la incorporación de un horno eléctrico en 1970 y uno de gas en 1972, sin perder nunca el compromiso con la calidad artesanal.
En 1978, Shousen recibe la certificación como artesano tradicional, un reconocimiento a una vida dedicada a la cerámica. Fallece en 1990 a la edad de 89 años, dejando un legado imborrable que aún perdura en cada pieza firmada con el sello de Yamaaki.

La obra del maestro Kataoka




Ara significa textura rugosa. Suelen ser macetas rojas de textura rugosa. Dentro de las clásicas macetas de Shousen hay un tipo de macetas ARA que se denominan de grano de madera y también hizo macetas rugosas con impresiones de monedas.
Os dejamos a continuación un enlace donde podéis consultar más información sobre este estilo de acabado en las macetas de bonsái:


Antigua maceta de Shousen en pastas rojizas. Dimensiones: 36,5 x 26,5 x 12,5 cm Colección Laos Garden.
Igualmente os dejamos a continuación un enlace donde podéis consultar más información sobre este tipo de pastas para macetas de bonsái:








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Macetas de Akiji Kataoka, periodo Yamaaki, Kinka y colaboraciones.
Créditos:
Tokoname.jp.
Técnicas del bonsái. Jhon Naka.
Archivo Laos Garden.
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